Artículo de Granadacostanacional: “¿Quo vadis los colegios y los institutos de enseñanza?”

Hace pocos días, Damià Bardera, profesor de secundaria publicó el libro: Incompetències bàsiques. Crònica d’un desgavell educatiu” (“Incompetencias básicas. Crónica de un desbarajuste educativo”). Libro muy recomendable que señala la grave situación que se esta viviendo en muchos centros escolares. Es un estudio muy crítico en relación a como ha evolucionado la enseñanza en nuestro país. Damià Bardera planteaba, de manera cáustica, en una entrevista: “los niños que durante el verano han ido de colonias no creo que hayan notado mucho la diferencia con lo que se han encontrado al empezar el instituto”. En este libro denuncia tanto el nivel académico de los aprendizajes que se enseñan a los alumnos, como la desprotección que sufren los profesores frente al desprecio y maltrato por parte de alumnos y familias, unido todo ello a una total falta de apoyo por parte de la administración.

Cuando éramos pequeños, las clases estaban compuestas por 40 alumnos o más y solo unos poco privilegiados tenían acceso a otros métodos pedagógicos que no fueran los libros de texto, los apuntes y el método de estudio memorístico.  Lo que si teníamos es respeto por los maestros y un método de trabajo ligado al esfuerzo para acceder a los conocimientos que nos proporcionaba la escuela y el instituto. Ahora, la situación es muy diferente, con clases con muchos menos alumnos y muchos más recursos educativos. No entraré en el tema de la entrada de los métodos audiovisuales como instrumentos de aprendizaje, arrinconando el aprendizaje ligado al uso los libros, porque sería un tema para otro artículo.

¿Cómo es posible que, con mejores métodos pedagógicos, más maestros y profesores mejor formados y mayor capacidad de que todos los niños y niñas tengan acceso a la enseñanza, cada vez encontremos más analfabetos culturales? En España la enseñanza es obligatoria de 6 a 16 años y todo el mundo tiene derecho a acceder a la misma, independientemente de sus posibilidades económicas. Por ello sorprende que a nivel general se observa unos niveles de incultura muy preocupantes. Podemos pensar que anecdótico, pero que cuando a pie de calle se hacen preguntas de cultura general básicas, hay muchas personas incapaces de contestarlas correctamente.

El sistema actual de enseñanza no tiene en cuenta que hay que esforzarse y “ponerse las pilas” para estudiar, y que en las aulas deben existir unas reglas de juego claras, donde “todo” no está permitido y donde el respeto al maestro y al resto de compañeros no debe ponerse en cuestión. Otro problema es el “buenismo” a la hora de calificar el rendimiento de los alumnos, donde se tiende a no calificar con notas el trabajo realizado por los alumnos, no sea que estas calificaciones produzcan traumatismos en los niños y niñas. También está mal visto que los maestros suspendan o planteen que hay que repetir curso, aunque los alumnos no hayan aprendido nada. Esto es un error, porque al final, esos alumnos irán arrastrando esta falta de aprendizajes desde la primaria a la ESO. Esto dará lugar a que el problema de los aprendizajes se cronifique. El problema no se reducirá solamente al fracaso escolar, es decir no haber accedido a tener unos conocimientos mínimos, sino que el fracaso escolar va incidir en su vida adulta, con problemas de tener un trabajo cualificado o en el peor de los casos terminar siendo lo que vulgarmente llamamos NINIS (ni trabajan ni estudian). El informe PISA es demoledor en relación al fracaso escolar del país, por lo que libros como el de Damià Bardera deberían ser leídos y tomados en cuenta.

Pero, ¿y los niños y niñas que quieren aprender y estudiar, como se sienten en esta situación escolar? ¿Qué sentido tiene para ellos el esfuerzo sino se les tiene en cuenta, no se les valora y se pone a todos en el mismo nivel? Niños y niñas que muchas veces, para no ser estigmatizados como pringados, suspenden. A no ser que tengan una familia que les eduque y haga un seguimiento de la enseñanza que reciben, tampoco van a poder desarrollar todas sus reales capacidades intelectuales, dificultando un buen desarrollo de su futuro profesional y personal.

Se valora mucho el modelo de enseñanza de Finlandia, pero quizás también se debería valorar los aspectos positivos del modelo de aprendizaje de países como Japón, China o Corea del sur. Se puede criticar que es un sistema pedagógico en que los niños y niñas padecen un exceso de muchas horas de estudio y deberes, pero es importante señalar que en esos países los maestros están respetados y se considera que educar es un trabajo conjunto de la familia y la escuela.

Los bebés son edificios en construcción. Las bases de su educación están en la familia, especialmente en su figura principal de apego (attachment). El bebé aprende según observando y en base a esa observación es como se educa, organizando de los modelos de trabajo de funcionamiento interno, a tener un visón del mundo y de como relacionarse con su familia y las otras personas. Cuando va a la escuela entra en el mundo universal del aprendizaje y de la socialización. La sociedad, como en los eventos deportivos, está regida por reglas de juego culturales, que nos afecta a todos, pequeños y mayores. El hecho de que el maestro haya perdido la autoridad frente a los alumnos y la familia es confundir autoridad con autoritarismo. No poner reglar, dejar que los hijos e hijas “sean felices” y no se “traumaticen”, es decir no enseñarles: lo que se puede hacer, lo que no se puede hacer y que según las decisiones o acciones que tomen, estas van a tener unas consecuencias, es un tipo de maltrato que muchas familias lamentablemente no toman en consideración cuando desautorizan o se enfrentan al maestro por problemas derivados de la conducta de sus hijos o hijas. Un ejercicio de replanteamiento colectivo del tema de la educación familiar y la enseñanza escolar de nuestros hijos e hijas es imprescindible y urgente, porque si no acabaremos generando cada vez más diferencias que impedirán a los niños, niñas y adolescentes que puedan acceder a trabajos y estudios cualificados.

Dra. Carme Tello Casany

Psicóloga clínica

Presidenta Associació Catalana per la Infància Maltractada ACIM
Presidenta de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil FAPMI

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